26 de noviembre de 2009

Una gran perogrullada para defender lo indefendible.

Se tiende a calificar el espectáculo de los toros como algo ritual, que proviene de la idea antropológica del sacrificio religioso a la divinidad. Sólo en ese punto podría entender la interpretación que hace J.M. De Prada http://www.abc.es/20091123/opinion-firmas/defensa-toros-20091123.html uniendo toros y religión, en este caso la católica.

Al principio, en muchas culturas primitivas se sacrificaban niños y doncellas vírgenes al dios. En otras, más adelante, la ofrenda fue sustituída por el becerro, el búfalo o cualquier animal y en un estadio más avanzado de la religión, hemos sustituído el sacrificio de la misa por una representación de la ofrenda en el vino y el pan.

Cuando los españoles llegaron a América consideraron aberrante el sacrificio de niños a los dioses.Llegará el día en que consideremos igualmente una aberración el supuesto ritual del sacrificio del toro para la celebración de una fiesta religiosa cristiana, en honor de santos patronos, de Vírgenes o de Crucificados.

Una sociedad avanzada - que no primitiva-, deberá buscar otras alternativas para la celebración de festividades, sean religiosas o no, pues ya no tiene sentido, por mucho que queramos buscárselo artificialmente, el sacrificio ritual de un animal para ”honrar” a la divinidad.

El español del siglo XXI tiene que progresar, no puede seguir anclado en el pasado de tradiciones absurdas y sobre todo crueles, brutales y propias de una percepción errónea a la que nos quieren abocar ciertas mentes que hilan en la oscuridad y que consideran ,equivocadamente, que el animal no tiene ningún derecho en su vida y mucho menos en su muerte.

http://blogs.publico.es/trama-mediatica/2009/11/25/la-fiesta-nacionalcatolica/

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