15 de noviembre de 2011

COMUNICADO DE PRENSA DEL PARTIDO ANIMALISTA (PACMA) EN CÁDIZ.



Gracias al esfuerzo de muchos ciudadanos para recoger los avales que se exigen después de la reforma de la Ley electoral, PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) es la formación política extraparlamentaria que se presenta en un mayor número de provincias, en 47 de las 52 circunscripciones electorales. A pesar de que El Partido Animalista es el único partido extraparlamentario que emitirá vídeo electoral en la televisión pública estatal, sin embargo se le ha relegado a un segundo plano, en la RTVE-2, en horario de 11,00 a 11,30.


Sabemos que no estamos libres de trabas y dificultades, pero la fuerza de la ciudadanía, cada vez más sensible ante el endémico maltrato animal que se practica en Andalucía y en España, sabrá cambiar esta infortunada situación de los animales en nuestro país, que ha sido advertida y denunciada en múltiples ocasiones por la Unión Europea.

España destaca por el incumplimiento de las medidas de bienestar animal en los mataderos, en las granjas de cría intensiva de ganado, en las granjas peleteras, en el abandono y dejación de los zoológicos, por los sacrificios en masa de las perreras. En los últimos años, Andalucía encabeza los informes anuales en cifras de abandono de animales domésticos. Los perros de caza, y especialmente los galgos, son ahorcados, quemados o tirados a pozos cuando se termina la temporada de caza.

En España sale muy barato el maltrato animal pues está castigado con penas muy bajas, en modo alguno disuasorias y eso cuando no resulta impune, por quedar en el más insoportable anonimato o porque ni siquiera se denuncia. Todo ello sin hablar de la falta de políticas municipales sobre animales domésticos con la creación de albergues para recoger a los animales abandonados, fomento de adopciones y campañas de esterilización de mascotas y de la fauna urbana.

Aún más, nuestro país lidera la tortura de animales como espectáculo público, subvencionada por los gobiernos locales, autonómicos y estatal y blindada con múltiples figuras legales como declaraciones de Interés Turístico, Bien de Interés Cultural, medallas, publicaciones, nombramientos y premios; beneficios económicos concedidos recientemente con el traspaso a Cultura y además- y lo que es más execrable- su introducción en todos los niveles de enseñanza así como la creación y subvención de escuelas taurinas, de las que Andalucía cuenta ya con veinticuatro.

Actualmente se están aplicando políticas contra la desigualdad y la violencia sobre la mujer y los menores, sin embargo es contradictorio y representa una total incoherencia el fomento por las instituciones públicas de espectáculos donde se lleva a cabo una violencia extrema sobre los animales, y donde a los niños se les enseña que matar torturando a un animal públicamente es un valor educativo y cultural.

Los andaluces y los españoles no nos merecemos esta política inmoral y falta de ética con respecto a los animales que se sigue practicando en nuestro país.

Es necesario y urgente un cambio en la concepción de nuestra relación con los animales. Falta una norma marco de Protección de los Animales para todo el territorio nacional, que desde hace ocho años lleva prometiéndose en los programas electorales del actual Gobierno y que se ha pedido en tantas ocasiones por asociaciones y ciudadanos por medio de denuncias, concentraciones y manifestaciones.


Si queremos cambiar esto, ahora es el momento del cambio, en Cádiz podemos votar a PACMA, el partido que defiende a todos los animales, podemos dar nuestro voto para llevar sus gritos silenciados al Parlamento y poder defender así sus derechos más elementales.


EL 20 DE NOVIEMBRE NO TE OLVIDES DE SU DESAMPARO Y ¡¡¡VOTA PACMA!!!


Carmen De Bock Cano, Candidata al Congreso por la provincia de Cádiz. ,11/11/2011

2 de noviembre de 2011

Cádiz, por los derechos de los animales. Un valiente modo de denunciar el cruel método de control de palomas.

Ganador por incomparecencia del rival, diría un periodista deportivo si el juicio al que se enfrentaba Juan J. R. G, un gaditano de 34 años, fuera un partido. En este caso, el adversario que no compareció era en realidad un testigo. No uno cualquiera, sino el principal: el policía local que lo denunció, el pasado 19 de octubre, por barrer (con escoba y cogedor) el maíz que lanzaban los empleados contratados por el Ayuntamiento para cazar palomas, cerca del Mercado Central.
Este afán por limpiar, en realidad, era un acto de protesta «simbólico y pacífico» para denunciar este tipo de sistema de control de población de aves, con el que se atrae a las palomas para atraparlas con redes en jaulas y así reducir su número. El joven, en cambio, reivindica que se utilice un sistema de castración química de los animales, que acabaría con su reproducción descontrolada sin tener que sacrificarlos. Al barrer el maíz, el joven impidió que los empleados cazaran, así que el agente local lo denunció por una falta por alteración del orden público.
«Yo no le falté el respeto a nadie, solo recogí el maíz. Cuando el policía me dijo que parara, paré; me dijo que retirara la escoba y el cogedor, pero me negué porque era una vía pública. Le dije que, si quería, me pusiera una multa por limpiar el suelo», explicaba ayer Juan J. R. G.
Lo cierto es que el testigo no se ausentó del juicio. Más bien, llegó tarde a la vista oral, que estaba señalada a las 10.45 horas del pasado lunes en los juzgados de San José. De hecho, el policía apareció pasadas las 11.15 horas, aunque alegó que se había equivocado de planta y que llevaba en el edificio desde las 10.00 horas, según explicaron unos amigos del acusado, que también llegaron tarde al juicio y se encontraron con él. «Estaba en un bar cercano tomándome un café y me llamaron mis amigos diciendo que el policía estaba preguntando por nosotros», recordaba ayer Juan J. R. G.
«Lo volveré a hacer»
A pesar de todo, el juicio se celebró, pero el joven se vio solo (bueno, iba acompañado de otros amigos) ante el juez y la fiscal, que al ver que faltaba el testigo fundamental, optó por proponer la absolución por falta de pruebas. Aún así, el acusado decidió relatar su versión de lo ocurrido al magistrado, aunque sin cargos -el Ayuntamiento no estaba personado- no tendrá más opción que absolverle.
Obviamente, Juan J. R. G. se mostraba ayer feliz por haberse librado de una multa económica y de los antecedentes penales, aunque confesaba que hubiera preferido que el juez le diese la razón, y no ganar por no estar el testigo. Tal es su convencimiento y tan poco le teme a la posible multa, que ayer volvió a barrer, escoba y recogedor en mano, el maíz que los técnicos volvían a arrojar en las calles de la capital. «Lo voy a seguir haciendo hasta que Teófila Martínez cumpla con su promesa electoral de utilizar la castración química para el control de ave, aunque no creo que lo vaya a hacer, porque es algo que cuesta dinero», advertía.