Artículo publicado en La Opinión de Zamora el 10 noviembre de 2009.
JUNTOS Y REVUELTOS.-En España sólo nos comparamos con Europa en lo que interesa a los poderes públicos.
JUAN JESÚS RODERO.-
Se creía que PSOE y PP, los dos grandes partidos nacionales que han condenado a los españoles al bipartidismo, sólo se ponían de acuerdo a la hora de ponerse los suculentos sueldos y dotarse de otras sustanciosas bicocas, pero he aquí que no, que también son capaces de ir de la mano y votar juntos contra una moción que pretendía penalizar las fiestas con maltrato a los animales y retirar a sus organizadores cualquier subvención o beneficio de promoción turística.
La idea partió de Cataluña, región que en este punto concreto lleva mucho tiempo demostrando su cercanía y no sólo física a Europa. La idea, que fue defendida en el Senado por ERC, instaba a la revisión de todas las fiestas calificadas como de interés turístico y a la supresión de cualquier subvención a festejos que beneficiándose de tal calificación incluyesen cualquier forma de malos tratos a los animales. La moción presentada partía de la base de que aunque existe una normativa reciente prohibiendo cualquier celebración que incluya mal trato a los animales existen fiestas populares que se mantienen amparadas por las tradiciones y viejas costumbres como justificación principal.
El Senado, que es esa cámara que para nada práctico sirve hoy por hoy salvo para ofrecer a los partidos nuevas posibilidades de enchufar a sus conmilitones o de agradecer servicios prestados, rechazó masivamente la propuesta, gracias a la fusión entre socialistas y populares. Parece que entre los senadores del PSOE hubo cierto descontento pero el Gobierno les dijo lo que había que votar y eso votaron, naturalmente, excepto los socialistas catalanes que se unieron al voto favorable sin atenerse a los órdenes del partido, uniéndose a otros grupos nacionalistas y a los grupos minoritarios, aunque sin que sus votos sirviesen para nada salvo como mera protesta testimonial.
Los razonamientos manejados por quienes apoyaron la moción partían del hecho de que no se pedía la prohibición expresa de ningún festejo, sino que, al menos, no fuese subvencionada y promocionada por el Estado la violencia contra los animales. Se preguntaban los defensores de la propuesta cómo se puede calificar de interés turístico internacional ciertas fiestas que la mayoría de los extranjeros no sólo rechazan rotundamente sino que se movilizan contra ellas, sacando a colación el toro de la Vega, en Tordesillas, y preguntándose cómo en 2009 podía consentirse espectáculos semejantes.
La explicación oficiosa dada desde el PSOE parece que se basa en que haber aprobado la moción hubiese dado alas a los numerosos movimientos antitaurinos existentes, un asunto que no se quiere remover. Los del PP justificaron su postura en el mantenimiento de las tradiciones, algo lógico en un partido conservador. Y ahí quedó todo, porque en España sólo nos comparamos con Europa en lo que interesa a los poderes públicos, sean del signo político que sean. Los animales, en este país, lo tienen crudo. Apenas hay pueblos que no tengan como número fuerte de sus celebraciones alguna clase de festejo taurino. Y cada año se abandonan más de cien mil perros.
http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2009/11/10/revueltos/396246.html
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