16 de agosto de 2012

Bicentenario y corrida





No acierto a comprender qué punto en común o qué coincidencia tiene una corrida de toros con la Constitución del Doce. ¿Alguien entiende por qué hay que celebrar el Bicentenario de la Constitución de 1812 con corridas de toros? Nada hay más contradictorio entre un espectáculo de abuso, de vejación y masacre de animales y lo que se propugna en los artículos de la primera Constitución democrática española.

Conmemorar la promulgación de una Constitución revolucionaria que proclama los derechos y libertades de los ciudadanos, la libertad de prensa, la seguridad jurídica, la división de poderes; una Constitución que abolió la tortura, los castigos físicos, que prohibió la horca y la humillación pública del reo y su familia, que inició la reforma del Código Penal y prohibió la Inquisición y celebrarlo con un espectáculo de tortura y muerte de toros no parece algo muy avanzado en estos tiempos. Pretender que eso sea lo que represente a España y decantarse por su apoyo explícito y público, con el inmenso gasto que conlleva todo un despliegue policial por la visita del Rey en un país inmerso en grandes problemas económicos  y la criticada coyuntura de la España en llamas, es algo que hace dudar de si verdaderamente la Corona como institución representa a la mayoría de españoles.

La real afición a los toros no es compartida por muchos españoles por la involución que representa y porque no hay que confundir aficiones privadas con imposiciones en el ámbito de lo público.

Tampoco la alcaldesa de Cádiz, Dª Teófila está muy acertada dando apoyo a estas prácticas crueles y sangrientas con su presencia en la plaza para conmemorar la efemérides del Bicentenario, máxime cuando es la representante de la ciudad que dio nombre a la Constitución y por ser Cádiz  la ciudad donde se aprobaron sus artículos.

Simplemente por coherencia, ¡celebremos la Pepa ampliando el campo de aplicación de nuestras leyes al respeto por los derechos de los animales y no con bochornosos espectáculos de sangre y  de muerte!