Revista Tiempo, 13 Noviembre 2009.
Escrito por Nativel Preciado.
Tal como somos
Circo sin animales
El título no se refiere a las bestias domadas y cautivas, sino a domadores y cuidadores que se comportan como tales.
Un antiguo trabajador del circo Ringling Brothers, que inicia esta semana su gira por varias ciudades españolas, se ha unido a diversas asociaciones de defensa de los animales para denunciar el maltrato al que les someten sus cuidadores. Además de las penurias constantes que sufren cuando los encierran en cabinas de hierro durante las largas giras intercontinentales, cuenta Tom Ryder que los elefantes asiáticos son los que se llevan la peor parte. El castigo físico es el método habitual de entrenamiento.
Les tienen atados durante la mayor parte del tiempo, les limitan los alimentos, apenas les dan agua y, para domarlos, les aplican descargas eléctricas y son golpeados con garfios de hierro. Durante los periodos de descanso, muchos animales permanecen encerrados dentro de las jaulas, en el interior de los camiones y, por supuesto, no reciben la debida atención de los veterinarios. Más de una vez, cuando descargan los vehículos, descubren que algún animal ha muerto. Los meses de invierno son una tortura para los leones, que sufren tanto como los osos durante los calores veraniegos.
Tom Ryder dio por terminado su trabajo en el circo el día que vio al dueño sacrificar a dos de los tigres porque ya no les quería alimentar. No es el único testimonio que existe sobre las atrocidades que padecen los animales cautivos. Existen filmaciones de cómo los domadores les drogan o les arrancan las uñas y los dientes para poder manejarlos durante la exhibición. Hay animales que se vuelven neuróticos, gritan y se golpean violentamente contra los barrotes de las jaulas hasta que mueren. Los que envejecen o ya no sirven para el espectáculo se venden a cotos de caza privados o se utilizan para experimentos científicos en laboratorios.
Los propietarios del circo Ringling Brothers, denunciados 65 veces por violaciones al Acta de Bienestar Animal, lo niegan y aseguran que cumplen con todas los condiciones exigidas para trabajar con animales. Es muy probable que sea cierto, porque la legalidad en este aspecto deja mucho que desear.
Por ese motivo, precisamente, las asociaciones protectoras reclaman a los ayuntamientos de Málaga, Sevilla, Zaragoza, Madrid y Valencia, donde el circo tiene previstas sus actuaciones, que les retiren los permisos. También piden al público que presente denuncias cuando descubra cualquier tipo de irregularidad y que no acuda a los espectáculos donde se exhiban animales sospechosos de recibir malos tratos.
En países como Suecia, India, Finlandia, Suiza, Dinamarca, Gran Bretaña y EEUU, las leyes son muy estrictas con las especies amenazadas, hasta el punto de que muchas compañías de circo se han visto forzadas a prescindir de los animales. En España, sin embargo, la nueva ley de protección animal está en fase preparatoria. Medio Ambiente inicia estos días las primeras reuniones con expertos y con asociaciones protectoras para regular, entre otras cosas, las condiciones que deben cumplir los zoológicos y los circos.
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