6 de abril de 2010

FIESTAS CRUELES EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ.

Gracias doy a nuestro equipo de Gobierno, que nos permite todos los años disfrutar de estas fiestas denominadas Toro del Aleluya, Toro embolao, Toro de cuerda, Vaquillas, etc. en nuestra provincia. Son fiestas donde podemos demostrar nuestra valentía ante los demás y el hecho de que nos consideren muy “hombres”.

Nuestros Ayuntamientos recibirán todos nuestros votos, pues año tras año nos dan nuestro opio para olvidar que no tenemos trabajo, que no tenemos vivienda, que no tenemos un hospital, que no tenemos suficientes residencias para los ancianos y enfermos.

Con este tipo de celebraciones, que si hemos de creer lo que nos dice la prensa, “arrastran a las masas”, pretende nuestro país ostentar la Presidencia de la Comunidad Europea o nombrar capitales de la cultura en España.

Mi enhorabuena a nuestros delegados de fiestas municipales, pues son hombres y mujeres de pro, que buscan educar a los jóvenes en el respeto por la Naturaleza y los animales.

¡Felicidades! Porque así podemos demostrar lo valientes que somos y lo “machos” que somos, sacando toros y vaquillas del campo para martirizarlos por las calles del pueblo.

Felicidades a los párrocos y obispos por su silencio, pues todo esto se mantiene para conmemorar no otra cosa que la Resurrección de Cristo.

¡No es necesario que nos den Educación para la Ciudadanía en los colegios, pues ya nos la dan en las calles!

Muchas gracias por darnos año tras año esta bazofia, porque conseguís que ante un animal maltratado y martirizado, seamos capaces de sentir una gran alegría y divertirnos a lo grande. Conseguís que cada vez seamos más insensibles ante el dolor ajeno.

¿Que nos importa que se produzcan en ellas una veintena o más o menos heridos o incluso algún fallecido? ¿Qué nos importa que dediquéis una buena partida del presupuesto de todos para financiar estos espectáculos, si son divinos de la muerte?

Además y para terminar, nuestra conciencia está muy tranquila, pues vigiláis que nadie maltrate al toro o vaquilla, así que lográis una vez más que no pensemos, que estemos con la boca callada y que nos mantengamos de brazos cruzados contemplando una y otra vez lo que no puede llamarse más que INFAMIA.

No hay comentarios: